
Como ya se acerca el Día de la Madre, he pensado que sería bonito hablarte del Haya, un árbol que simboliza la maternidad. Y, de paso, contarte por qué esta hoja tenía que convertirse en una de mis joyas de plata de la Colección Herbario.
El Haya siempre ha sido venerada como la reina protectora de los bosques porque, como una madre, se ocupa de cuidar y proveer de agua, oxígeno y alimento al bosque.
El Hayedo es un paisaje que me encanta. Va cambiando su aspecto a lo largo de las estaciones y ¡no sabría decirte en qué momento está más bonito!

Primavera
En primavera brotan sus hojas cubriendo el cielo de un verde brillante y con ellas vuelven todos los sonidos al bosque.
A las Hayas se las conoce como árboles “atrapalluvias”, porque tienen la cualidad de atraer las nubes y las nieblas. Propician las precipitaciones y recogen la humedad del aire que gotea desde sus hojas hasta el suelo, abasteciendo de agua a todo el bosque.
Así que, las lluvias finas, la niebla y un frescor permanente son habituales en los hayedos. Siempre encontrarás en ellos fuentes inagotables y muchas zonas encharcadas. Esto ocurre porque el agua queda absorbida por el humus esponjoso y negro que produce la hojarasca del Haya, donde se guarda a modo de reserva.


Verano
Si quieres huir del calor del verano, lo mejor es un hayedo.
¿Has visto que en los hayedos no hay mucha variedad de plantas a los pies de los árboles? Es porque son bosques muy oscuros y umbríos. Como las Hayas necesitan mucha luz para crecer, sus ramas se llenan de multitud de hojas colocadas en horizontal formando un tupido dosel verde. Este dosel no deja pasar la luz del sol hasta el suelo y así tampoco deja que se escape la humedad.
Sólo algunos helechos y musgos saben aprovechar este entorno tan particular y crecen a sus anchas cubriendo el suelo y los troncos de las Hayas, dándole al bosque un aspecto mágico.
Es precisamente por estas especiales condiciones, por las que ¡son unos bosques perfectos para dar un paseo al fresco!
Otoño
El otoño es el momento del año que más belleza encierra el hayedo. Es todo un espectáculo contemplar la variedad de tonos verdes y ocres de las hojas, como un verdadero paisaje impresionista.
De alguna manera ver todas esas hojas que caen, decorando un entorno tan bucólico, me hace volver a mi infancia.
También aquí encontramos la generosidad de la madre Haya. Con la gran cantidad de hojas que caen al suelo, se crea un sustrato muy nutritivo que además lo protege de la erosión y lo mantiene con una humedad regular.


Invierno
Pero para mí también tiene un encanto especial el ambiente del hayedo en invierno.
Con sus ramas desnudas y su corteza plateada, envueltas en esa neblina tan característica, te hace sentir como en un sueño. En mitad de ese silencio, sólo se oyen nuestras pisadas sobre las hojas secas. En realidad, si no fuera por esas hojas de tonos ocres que cubren el suelo, parecería un paisaje en blanco y negro.

La inspiración
Son estas hojas de líneas limpias y sencillas las que inspiran nuestras joyas de Haya. Esta hoja de plata evoca la energía de las plantas y te traslada a un paraje escondido en la montaña. Es un símbolo de bondad, estabilidad y resistencia.
Porque la madre Haya es un manantial de generosidad de la que depende la armonía y conservación de su entorno. Es tan importante su función como guardiana del equilibrio climático que en zonas donde estos bosques han desaparecido, se han producido graves cambios en las lluvias y los suelos.
Los hayedos han sido talados y explotados desde antiguo. Se ha utilizado su madera para carpintería y en grandísimas cantidades para hacer carbón. Por desgracia, poco a poco se han ido perdiendo estos bosques y convirtiéndose en pastizales o tierras de cultivo.
Pero aún quedan algunos hayedos maravillosos en nuestro territorio, gracias a que muchos se han protegido restringiendo las visitas para permitir su conservación.
Puedes visitarlos en diferentes zonas de la mitad norte de la Península. Aquí te pongo algunos de los más conocidos: la Selva de Irati en Navarra, el Hayedo de Otzarreta en Vizcaya, los Hayedos del Parque Natural de Aizkorri-Aratz en Guipúzcoa y Álava, el Hayedo de Montejo en Madrid, el Hayedo de Tejera Negra en Guadalajara y el Hayedo de La Pedrosa en Segovia.
Hace unos meses me recomendaron visitar el hayedo de la Selva de Oza en el valle de Hecho, un pueblo del Pirineo Aragonés, que estoy deseando conocer. Me encantaría que me contaras cuál es tu hayedo favorito y ampliar esta lista con todas vuestras sugerencias.
Catálogo de La Huella del Bosque
En el Catálogo 2019 de La Huella del Bosque puedes encontrar todas nuestras joyas para que puedas elegir las que más te gusten.
Descárgatelo en el siguiente botón y consúltalo siempre que quieras.
Hola! Soy Maria Jesús Tesa y me encantan vuestras joyas. Tengo colgante, anillo y pendientes de haya. Me gustaria comprarlos una pulsera haciendo juego. No sé si tenéis, yo no he visto en la página. Si podéis mandarme precio para hacerme idea…. Supongo que rígida encarecera
su valor. O como el cordón y una hoja de haya, o varias hojas como tercera opción.
Un saludo
Buenos días María Jesús, tenemos unas Pulseras que te van a encantar, pero aun no están en nuestra tienda online.
Te envío una foto a tu correo electrónico para que las veas.
Muchas gracias y un saludo