¿Por qué el Roble?

De alguna manera, tiendo a identificar a las personas a las que quiero con ciertos árboles que tienen un significado especial para mí. Mi padre es sin duda el Roble en el bosque que es mi vida. Por eso hoy quiero hablaros sobre este árbol tan simbólico.

Tengo que confesar que siento adoración por mi padre. Es una de las personas más afables y positivas que conozco, siempre dispuesto a ayudar. Es un verdadero entusiasta de la economía y las matemáticas, y me encanta cuando nos enzarzamos a hablar de los últimos entresijos de la actualidad económica en las sobremesas del fin de semana.

Pero su segunda pasión ha sido trabajar la madera. Esta afición la heredó de mi abuelo, que en sus ratos libres hacía preciosas piezas de taracea toledana.

Mi padre, con su paciencia infinita y su sonrisa perenne, nos dejaba a mi hermano y a mí usar todas sus herramientas del taller, desde que éramos pequeños. Nos enseñaba sus nombres, cómo se usaban y a nosotros nos encantaba ponernos a su lado a limar un taco de madera mientras él hacía sus cosas. Ahora, también mis hijos se lo pasan fenomenal haciendo arcos, cajitas y barquitas con su abuelo en el taller. Y es que ¡un taller es de los sitios más divertidos que hay!.

De él he aprendido a trabajar con calma, a abstraerme del mundo, permitiendo que las manos vayan solas. A dejar que el tiempo pase, mientras disfruto de las sensaciones que nos regalan los materiales: su dureza, la resistencia a ser trabajado, su suavidad cuando lo lijas… 

El Roble, padre de los bosques

Robusto, fuerte y noble. Nada representa más a un padre que el Roble. Igual que un padre en una familia, el Roble es un aglutinador de vida en torno a él.

Es un árbol generoso y con una riqueza ecológica enorme. En él habitan y se alimentan muchísimas especies diferentes que dependen de su hospitalidad.

Con sus hojas secas, enriquece los suelos para que crezcan otras especies vegetales. Por eso encontramos en los robledales unos bosques llenos de variedad.

¿Sabías que los robles son tan paternales que incluso crean con sus agallas un habitáculo protector para que crezcan las larvas de algunos insectos?

Pero, sin duda, su mayor aporte son las bellotas, fuente de nutrición para innumerables pájaros, insectos, ardillas y otros mamíferos. Las bellotas son pequeños tesoros para muchos animalillos que contribuyen, sin saberlo,  al ciclo de la vida: cuando las entierran para almacenarlas y no se las comen, en realidad las están sembrando y así favorecen que el bosque se extienda.

Simbolismo del Roble

Para todas las culturas que han conocido el Roble, ha tenido  un simbolismo de fortaleza, hospitalidad, lealtad y perseverancia. Y no es de extrañar, porque basta con estar cerca de un Roble centenario para percibir la fuerza que emana de su interior.

De hecho, es muy curioso que en latín, Roble y fuerza se expresan con la misma palabra: Robur.

La presencia de este árbol en las mitologías y costumbres de los pueblos antiguos ha sido tan grande, ¡que le tendré que dedicar otro artículo!